Yo,
que llegué con tantas ganas
de
hablar en guaraní ¡orgulloso!
hablando
alto para que todos oigan
que
soy paraguayo, pero me contestaron
en
castellano.
Volví
a preguntar y me contestaron
en
castellano .
Me
quedé pensando ¡Yo tal vez fui soberbio!
¿Qué
hice yo por el guaraní?
¿Pienso, hablo, escribo en guaraní?
¿mis hijos defienden ser guaraní?
Me
preguntaron, escuché sus voces guardadas.
Y
me quedé callado y sentado;
nadie
me miraba.
Así
somos, dijo un viejo acurrucado a mi lado.
Me
lo dijo en guaraní.
Me
quedé pensando. Yo llegué y con pretensiones
de
cambiarlo todo.
‘’Mirá
tus manos, y si las ves callosas algo habrás hecho"
quiso
tranquilizarme mi conciencia.
Sólo
sé que casi siempre nos quedamos
con
honrosas intenciones
de
hacer algo, de cambiar todo, cambiar yo quizá.
Tirar
abajo las viejas estructuras
sobre
las que venía construyendo...Modificar.
¡Que
yo mismo sea el verdadero cambio!
TRIGIDIO GONZÁLEZ CANDIA